Hace unos
días inicié mi colaboración en un campus solidario cuyo objetivo
consistía en dar instrucción financiera a una comunidad de Ecuador.
No hace falta que os comente que los nervios estaban a flor de piel y
máxime cuando era la primera vez que me sumergía en el mundo de las
videoconferencias, os he de confesar que temía no estar a la
altura que se merecían.
Llegó la hora, equipo preparado,
altavoces, apuntes, libro y….. el servidor se cae. Mi frustración
fue total, sin embargo no me desanimé y dediqué tiempo a mejorar mi
conferencia que se pospuso una semana. Llegó el momento e intenté
dar lo mejor de mí mismo. No os podéis imaginar lo agradecidos que
fueron y como, a pesar de todo, estaban más que satisfechos con la
clase que les impartí (os confieso que en algún momento fue
manifiestamente mejorable)
Os quiero hacer partícipes de esta
experiencia porque una de las mayores satisfacciones que podemos
tener se experimenta cuando ayudamos a alguien. No os habéis
preguntado cómo ante un accidente grave de un desconocido
rápidamente nos brindamos a ayudarle? Ese motorista, conductor,
viandante etc.
Estas líneas van dedicadas a
vosotros, los jóvenes. Sois los que debéis dar sentido a nuestra
sociedad, sois el futuro y, NO ME RESIGNO Y ESPERO NO RESIGNARME NUNCA, en creer que no sois solidarios, que os mueve solamente
vuestro propio interés, que tenéis un alma insensible al dolor
ajeno, si fuera así, sólo cabría decir que hemos fracasado.
Hemos de reconocer que los tiempos
no son fáciles, las situaciones de desempleo e inseguridad laboral
están azotando a muchas familias. Ello nos debe motivar todavía
más. Dediquemos algo de nuestro tiempo a ayudar a personas que lo
necesitan, no desviemos la mirada pretendiendo ignorar lo mucho que
podemos hacer. No se nos pide grandes hazañas y sí pequeños gestos
que, no solamente serán bienvenidos, sino que nos permitirán las
mayores satisfacciones personales. No tengáis vergüenza por ser
solidarios, deberéis estar orgullosos. No escondáis vuestras
acciones porque todas ellas serán dignas de mención.
Debemos creer en vosotros, os debemos ayudar, os debemos enseñar todo aquello que con el paso
de los años hemos ido adquiriendo porque seguro que nos será
devuelto con creces.
No me cansaré en decir que el
futuro está en vuestras manos, no os resignéis porque yo no me voy
a resignar. Es cierto que penséis que no hemos sido buen ejemplo,
que sois responsables de encontraros con un mundo
que en ocasiones es tan insolidario, pero sí podréis cambiarlo.
Para acabar me gustaría dejaros con
un pequeño vídeo que nos fue presentado por un alumno de ciclos a la hora de presentar una acción solidaria que debo reconocer que me ha impactado y que
seguro que a vosotros también os impactará y os hará reflexionar
Un saludo y aprovecho estas líneas
para desearos Feliz Navidad y Feliz Año 2014
Ricardo Llopart
Director Ciclos Pàlcam